Bioquímico descubrió que el maqui elimina 80 por ciento de células de cáncer de endometrio
“Se muele el fruto del maqui, se deja como un polvo fino y se macera en etanol por 72 horas, más o menos”, cuenta Javier Mena, bioquímico y estudiante de doctorado en biotecnología de la Usach. En el Laboratorio de Inmunología de la Reproducción de esa universidad, así comienzan los experimentos para probar si estas bolitas de color violeta oscuro pueden combatir el cáncer de endometrio, la mucosa de la pared interna del útero. “Después diluimos ese extracto y vemos su efecto en las células. Probamos en distintas concentraciones”, explica Mena. Las células de cáncer que usan tienen su historia. El 14 de octubre de 1980, una mujer acudió al Hospital Universitario de Tsukuba, en Japón, con cáncer de endometrio. El tumor fue extirpado, pero las células se cultivaron y hasta hoy son la base de las investigaciones en todo el mundo. Se llaman Células Ishikawa. El trabajo de Javier Mena es microscópico. Con micropipetas, un instrumento de laboratorio utilizado para manejar pequeñas cantidades de líquidos, agrega dosis de este extracto de maqui a las células cancerígenas sobre placas de cultivo. “Trabajamos con volúmenes de 200 microlitros”, explica. Un microlitro es la millonésima parte de un litro. Luego, cada ciertas horas, compara los efectos del extracto de maqui con los que produce en el mismo tipo de células el paclitaxel, un fármaco que se usa en la quimioterapia de cáncer de endometrio. “A las 72 horas tienen efectos similares. Eliminan alrededor del 80 por ciento de las células cancerígenas”, explica. El extracto de maqui ayudaría a los tratamientos actuales de este tipo de cáncer. “Generalmente, después de unos meses con qumioterapia, se genera una resistencia en los pacientes: la quimioterapia ya no mata el cáncer. Lo que queremos es que no ocurra eso. Queremos hacerla más potente”, explica. Sin embargo, no descarta crear algún producto que ayude a prevenir esta enfermedad o a tratarla localizadamente. “Tenemos que ver si vamos a hacer un suplemento alimenticio, quizás, o algún dispositivo para aplicar directamente al tumor, como un anillo vaginal, probablemente”, explica. En todo caso, aún falta bastante para terminar los análisis en células. “El maqui se está utilizando mucho, no sólo como anticancerígeno, sino que también como antimicrobiano. Estudios anteriores han determinado que el maqui tiene un alto contenido de moléculas antioxidantes. También puede estimular la Vitamina C. Uno de los objetivos de nuestro laboratorio fue ver si podía tener actividad anticancerígena”, explica Pedro Orihuela, doctor en ciencias biológicas, director del Laboratorio de Inmunología de la Reproducción de la Usach y profesor guía de Javier Mena. Omar Nazzal, ex presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, explica que el cáncer de endometrio afecta fundamentalmente a la mujer después de su menopausia. “Es el tercero más frecuente de los cánceres ginecológicos. Primero están el de mamas y el de cuello uterino. El de endometrio es un cáncer que mata a una mujer cada dos días en Chile”, cuenta. Sus factores de riesgo son obesidad o sobrepeso, hipertensión arterial y diabetes. “Si uno mira el perfil de la población en Chile, que está envejeciendo, que tiene sobre 70 por ciento sobrepeso y obesidad en las mujeres, es claramente un cáncer que va a ir en aumento”, cuenta.