15 de marzo, 2017 / El Mercurio
Las actividades del Centro para la Innovación en Alimentos
A nivel internacional, la innovación es una actividad permanente en el rubro de los alimentos, y Chile no se está quedando atrás. En la actualidad, se está realizando un trabajo importante en temas que van desde la composición de los productos hasta los envases.
A nivel internacional, la innovación es una actividad permanente en el rubro de los alimentos, y Chile no se está quedando atrás. En la actualidad, se está realizando un trabajo importante en temas que van desde la composición de los productos hasta los envases.
Los expertos sostienen que unos de los principales avances que se han dado en la industria nacional tienen que ver con el desarrollo de componentes funcionales y/o saludables en los alimentos que tienen impacto en la salud. Esto de la mano de consumidores más empoderados y exigentes, ha llevado a innovar, generando alimentos con elementos saludables y reducidos en nutrientes críticos.
De todas maneras, la industria alimentaria aún tiene el desafío de sofisticar y diversificar sus productos para contar con una matriz innovadora, que capture a los consumidores exigentes y demandantes de nuevas experiencias en un contexto equilibrado de sabor y salud. Esto permitirá mejorar la oferta de alimentos, tanto en el mercado interno como en el internacional.
En Nueva Zelandia, por ejemplo, consideran la producción de alimentos como un asunto de prioridad nacional que convoca a amplios sectores.
Al tanto de ese panorama, en Chile se están desarrollando diversas actividades para que los distintos sectores productivos trabajen de manera conjunta, desde los productores de materias primas hasta quienes las transforman. En este camino también se habla de incluir a los proveedores de tecnologías y a los centros generadores de conocimiento y formadores de recursos humanos, además de contar con el apoyo del sector público, autoridades y agencias promotoras de la innovación.
Ambicioso proyecto
Ante esa necesidad de fortalecer las capacidades tecnológicas y empresariales para posicionar al país como uno de los principales exportadores alimentarios del mundo, la Universidad de Chile junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Talca y la Universidad de la Frontera, se adjudicó el proyecto Corfo para la instalación de un Centro Tecnológico para la Innovación en Alimentos (CeTA).
Este proyecto cuenta con un subsidio público equivalente a un total de $9.700 millones durante diez años para fomentar la colaboración con el sector productivo, las capacidades tecnológicas y la producción de capital humano, además de permitir la constitución del centro como un polo natural para la adjudicación de otras convocatorias relacionadas a los alimentos.
“La misión del centro es resolver brechas de infraestructura, equipamiento tecnológico y recursos humanos del sector alimentario nacional, mediante el desarrollo y escalamiento comercial de nuevos ingredientes y alimentos saludables, uniendo a la academia con el sector empresarial, a través de la generación de I+D+i”, enfatiza el académico del Instituto de Nutrición y Tecnología en Alimentos (INTA-U.Chile) y subdirector del proyecto, Jaime Romero.
En cuanto al impacto que pretende generar la iniciativa, existe un enfoque para aumentar el capital humano de la industria, donde se espera contribuir con fuerza laboral capacitada y entrenada en tecnología alimentaria, y también mejorar la calidad de vida de la población mediante la oferta de alimentos saludables, considerando que en Chile existe tendencia hacia enfermedades crónicas asociadas a la malnutrición.
Entre las instituciones que participarán como coejecutores del centro están Fraunhofer y Fundación Chile, mientras que ABChile apoyará como asociado, además de colaboradores internacionales, como SAFE Consortium, Royal Holloway University of London, Novel Food Science, National Food Institute, Michigan School of Packaging, Fraunhofer IVV, Centro Tecnológico de Monterey y AINIA.
Paso a paso
Por el momento, el centro se ha abocado a posicionarse a nivel nacional, buscando, además, sintonía con los núcleos regionales que destacan en la realidad local. “En el futuro, esperamos penetrar en el eje productivo, agregando conocimiento, tecnología y valor a nuevos alimentos, procesos, ingredientes, etc. Esperamos conquistar a diferentes tipos de empresas, diversas en tamaño y en capacidad de innovación, de modo de ofrecer un servicio que acompañe los desarrollos que los emprendedores y las empresas consolidadas necesitan”, señala Romero.
Iniciativas universitarias
Al interior de diversas casas de estudios se están realizando ferias que promueven la innovación en materia de alimentos. El Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile, por ejemplo, efectuó hace algunas semanas su primera Feria de Alimentos Saludables, buscando la integración y vinculación de los contenidos de la línea de alimentos con el quehacer profesional de los futuros nutricionistas mediante el desarrollo de alimentos saludables enfocados a diversos segmentos de la población.
En la primera versión de la feria se presentaron doce nuevos alimentos. Algunos de ellos fueron: Tri-shake (producto lácteo con chia, frutilla y galletas de garbanzo y avena), Doritales (doritos saludables con vegetales), Welldín (budín de avena con dátiles), Tartavida (tartaletas dulces y saladas para fenicetonúricos), Mi Espacio (muffin de plátano y harina de garbanzo, más infusión de salvia y naranja) y Kranium (galleta rellena con salsa gelatinizada de arándanos y semillas de linaza).
Fuente: El Mercurio- Especial “Industria y Tecnología de los Alimentos”