15 de marzo, 2017 / El Mercurio

Invitan a conocer las nuevas exigencias para los exportadores de alimentos a Estados Unidos

Durante los últimos 30 años, uno de los principales productos de exportación chileno detrás del cobre ha sido el de los alimentos y, dentro de ellos, la fruta. Hemos sido líderes en la materia, aunque ya varios países de la región están aumentando su dinámica y nos pisan los talones. Para Guillermo Figueroa, jefe del Laboratorio de Microbiología, alimentos y probióticos del INTA de la Universidad de Chile, el país "debería pasar de exportar commodities a alimentos más procesados, lo que implica que Chile debe hacer más investigación, aplicar nuevas tecnologías e innovación".




Invitan a conocer las nuevas exigencias para los exportadores de alimentos a Estados Unidos

Durante los últimos 30 años, uno de los principales productos de exportación chileno detrás del cobre ha sido el de los alimentos y, dentro de ellos, la fruta. Hemos sido líderes en la materia, aunque ya varios países de la región están aumentando su dinámica y nos pisan los talones. Para Guillermo Figueroa, jefe del Laboratorio de Microbiología, alimentos y probióticos del INTA de la Universidad de Chile, el país “debería pasar de exportar commodities a alimentos más procesados, lo que implica que Chile debe hacer más investigación, aplicar nuevas tecnologías e innovación”.

A la par de lo anterior, el investigador señala que “junto con eso, al tener que aplicar más procesos, aumentan los riesgos de inocuidad. Por lo tanto, los controles con los que Chile ha sido exitoso hasta la fecha, pudieran ser una traba para ese crecimiento”. Así, el profesor considera que se crearán dos nuevas necesidades. Por un lado, “hay que generar y/o aplicar nuevas tecnologías y, por otro lado, verificar exhaustivamente los controles para que no tengamos problemas por rechazo de los envíos por eventos de inocuidad”.

A lo anterior, se agrega que después de 75 años el Gobierno de los Estados Unidos cambió la normativa de control de los productos alimenticios que se producen en el país o llegan desde el extranjero. Si antes se controlaba alrededor del 10% de los alimentos importados, desde septiembre del año pasado la responsabilidad de controlar la producción de alimentos exportados a EE.UU. recae en los productores del país de origen.

Guillermo Figueroa señala que “las modificaciones recientes que han tenido las normativas de EE.UU., que es el principal comprador de nuestros alimentos, sufrieron un cambio radical. Esta modificación obliga a que los exportadores chilenos adopten nuevas metodologías de control preventivo de sus procesos productivos para mantenerse vigentes en ese mercado”.

La nueva norma FSMA (Food Safety Modification Act) consiste en que a contar de septiembre del año pasado los análisis de productos exportados no se hacen en el puerto receptor y cuyo costo lo pagaba el gobierno norteamericano. “Ahora, ellos tienen representantes del gobierno de USA que verifican en todos los casos que los controles que se hagan en el país de origen aseguren la inocuidad de los productos. Solo cuando esos controles son aprobados, los productos pueden salir de Chile”.

El investigador añade que esta modalidad generará mayores costos para el productor chileno y significa también que los controles deben ser totalmente eficientes. En un principio, el gobierno norteamericano controlará solo algunos productos, los de mayor riesgo. “Hay alimentos, frutas y hortalizas, entre otros de mucha relevancia para Chile”.

En este sentido, Guillermo Figueroa advierte que progresivamente se van a incluir los otros productos alimenticios chilenos. Pero reitera que el control de la calidad de los productos exportados es de responsabilidad de las empresas exportadoras.

Ahora, si bien no es obligación del Estado chileno hacer un control fitosanitario con estas nuevas normas, para el académico del INTA es claro que “Chile obtiene ingresos importantes con la exportación de alimentos. El Estado no es un actor neutro en esta coyuntura, por el contrario es un interesado clave en ella. Por lo tanto, es nuestra opinión que el país debe prepararse para contribuir para que las empresas hagan su trabajo y lo hagan bien”.

Se debe capacitar tanto a las planas ejecutivas como a los trabajadores y contratistas que participan en la cadena de valor de los productos alimentarios, sean estos frutas o procesados. Ejemplifica que si se va a transferir un cargamento desde Parral a Buin, se debe poder contar con la documentación que demuestre cuál fue la temperatura que tuvo la carga en su traslado.

“La trazabilidad es responsabilidad de las empresas exportadoras”. Sin embargo, si bien es claro que el Gobierno chileno está obligado a hacer cumplir el Reglamento Sanitario nacional, no está obligado a hacer cumplir el reglamento de otro país. “Quien lo tiene que cumplir es la empresa que quiere exportar”.

Tema prioritario

Para Guillermo Figueroa, este debiera ser un tema prioritario de país, pues “los ingresos que percibe Chile por concepto de exportación de alimentos corresponden al segundo en importancia después del cobre”. Agrega, que el Gobierno debiera iniciar una campaña de promoción o capacitación a través de las universidades para que los distintos actores se pongan al día.

En particular, el INTA está iniciando cursos académicos, tanto para manipuladores como técnicos y profesionales, que incluyen estos conocimientos. Con ello se espera que la nueva norma se aplique de acuerdo a las modificaciones referidas. Sin embargo, en la entidad creen que pronto serán muchas las instituciones que podrán ofrecer estas capacitaciones.

Para cumplir los nuevos requisitos será necesario que las empresas capaciten a su personal y entrenen a ejecutivos y profesionales para la obtención de productos inocuos que cumplan con las nuevas normativas. El Estado, por su parte, debe incentivar la investigación, desarrollo e innovación en la academia.

Finalmente, Guillermo Figueroa resalta que en Chile se debería dar mayor importancia a la denominación de origen de los alimentos, como un sello de calidad y trazabilidad de estos.
“El mercado confía mucho cuando un producto tiene denominación de origen”.

Fuente: El Mercurio- Especial “Industria y Tecnología de los Alimentos”


Leave a Reply

Your email address will not be published.

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*