21 de abril, 2017 / El Mercurio

Algas capturan minerales de alto valor para la industria tecnológica

En el mundo hay un gran interés económico por explotar unos minerales conocidos como tierras raras o lantánidos, ya que son muy empleados por industrias de alta tecnología como la aeroespacial, las telecomunicaciones y la medicina nuclear.




Algas capturan minerales de alto valor para la industria tecnológica

En el mundo hay un gran interés económico por explotar unos minerales conocidos como tierras raras o lantánidos, ya que son muy empleados por industrias de alta tecnología como la aeroespacial, las telecomunicaciones y la medicina nuclear.

La razón es que son muy buenos conductores de la electricidad y es posible “personalizar” su magnetismo. Hoy China prácticamente controla su producción, pero tanto Estados Unidos como la Unión Europea están buscando fuentes alternativas.

Justamente con apoyo de la Unión Europea, científicos chilenos y de la República Checa investigaron si estaban presentes en las algas del litoral, ya que previamente habían sido detectadas en estas plantas acuáticas en otras regiones del planeta, ya que estas los asimilan cuando están disueltos en el agua.

“Las concentraciones más altas fueron detectadas en la zona centro norte, donde era probable por la mayor presencia de minerales, pero también había en las algas de la Patagonia, algo que no esperábamos”, explica el biólogo Mauricio Palacios, estudiante de posgrado del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile.

Las concentraciones alcanzan hasta siete gramos de lantánidos por kilo, detalla el chileno radicado en Europa Franz Goecke, autor principal del estudio que realizó en el Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias de la República Checa.

La presencia de los lantánidos está a niveles bajos, por lo que no afecta la biología de las algas. Al contrario, podrían ayudarles en su desarrollo ya que en dosis moderadas potenciarían su crecimiento.

Eventual contaminante

La idea final en un largo plazo es buscar un método de extracción de estos minerales y reutilizarlos, dice. “Estos minerales se están usando en casi todo, y en la Unión Europea hay preocupación de que se vayan a transformar en un contaminante de importancia. Además, les importa reciclarlos para no perder dinero y las algas pueden ser una fuente atractiva”, destaca.

Las algas también pueden servir como indicador geográfico para detectar yacimientos de lantánidos tierra adentro. La pregunta pendiente es si están viniendo como descarga de escoria de minerales o como parte de los desechos de productos elaborados.

En Europa, por ejemplo, el gadolinio, uno de los 15 lantánidos -en la tabla periódica se ubican entre los elementos 57 (Lantano) y 71 (Lutecio)-, ha aumentado su concentración en los ríos cercanos a hospitales, porque se emplea en las resonancias magnéticas y otras tecnologías. También llegan a través de fertilizantes.

“El problema con estos elementos es que la gente los consideraba inocuos, pero hay un par de trabajos en China donde dan cuenta que sí producen daños ambientales”.

En Chile todavía no se explotan directamente, aunque hay un proyecto en la Región del Biobío, denominado Biolantánidos, que pretende ser el primero, según Sernageomin.

Fuente: El Mercurio


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