21 de abril, 2017 / El Sur de Concepción

La contaminación cruzada de alimentos puede ser un riesgo para los celiacos

Muchas son las personas a nivel mundial que han tenido que aprender a convivir con una dieta sin gluten. La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente a esta proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada.




La contaminación cruzada de alimentos puede ser un riesgo para los celiacos

Muchas son las personas a nivel mundial que han tenido que aprender a convivir con una dieta sin gluten. La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente a esta proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada.

Calificada como una condición crónica, la enfermedad presenta características autoinmunes que provoca lesiones en la mucosa del intestino delgado. Es así como aquellos pacientes que se han diagnosticado con esta patología deben mantener un cierto cuidado con su alimentación básica para evitar síntomas y malestares.

Sandra Vásquez, magíster en Nutrición Humana y Alimentos de la Universidad de Santiago de Compostela, explicó que históricamente la enfermedad celíaca es poco conocida y que muchos pacientes no saben que la padecen. “Es insuficientemente diagnosticada porque muchas veces puede existir ausencia de los síntomas representativos o, bien, pueden exteriorizarse de manera aislada”, afirmó.

Por esta misma razón es que la nutricionista recalcó que si una persona come algo y presenta un signo extraño como síntomas de colon irritable, descoordinación en ciertos movimientos o anemia por carencia de hierro, es preciso consultar a un médico de inmediato.

“Hay síntomas que pueden presentarse como una hepatitis autoinmune, colitis persistente, dermatitis herpetiforme o ataques epilépticos, que no necesariamente se relacionan a esas enfermedades, sino a la intolerancia al gluten”, especificó.

ALIMENTOS SIN GLUTEN

Vásquez planteó que si bien la dieta de los celíacos se restringe a ciertos tipos de alimentos, ésta no es algo imposible de lograr. Aunque los pacientes deben evitar comidas que contengan centeno, trigo y cebada y sus subproductos como harinas, sémolas y almidones, el régimen incluye alimentos frescos y saludables, los que siempre son beneficiosos para la salud del ser humano.

“La dieta sin gluten se basa fundamentalmente en carnes, lácteos, legumbres, frutas y verduras que naturalmente no incorporan gluten en su composición”, aseveró.

La especialista recomendó comenzar con esta dieta inmediatamente luego de ser diagnosticado el paciente, para evitar presentar la sintomatología ya mencionada.

“Si se consumen alimentos procesados o manufacturados hay que tener mucho cuidado a la hora de leer las etiquetas nutricionales y comprobar que entre los ingredientes no se encuentra el gluten, aunque no es un método seguro al 100%”, advirtió.

Vásquez fue clara al plantear que no se refiere sólo de evitar algunos productos obvios como pan, pizza o bollería industrial, sino también otros alimentos como los fiambres, la pechuga de pavo o de pollo por ejemplo, que contienen harinas para retener el agua.

TESTIMONIO DE UN PACIENTE

Daniela Valdebenito fue diagnosticada de enfermedad celíaca a sus 20 años, cuando presentó intensos síntomas parecidos a los del colon irritable. Hoy, tras ocho años conviviendo con la condición, ha aprendido a realizar una dieta libre de gluten y basada en alimentos frescos. “Tuve que dejar de comer pasteles, galletas y pan, pero hoy en el mercado existen muchas opciones sin gluten, así que no me puedo quejar. Claro que no es lo mismo (ríe)”, comentó.

Si bien la joven penquista dejó de lado embutidos, golosinas, algunas salsas y aperitivos, hoy su re´gimen alimenticio se basa en alimentos frescos y saludables. “La verdad es que es un cambio de hábito que te llega de golpe, pero una vez que te acostumbras no es tan malo”, expresó. “Además, los celíacos debemos cuidarnos para toda al vida”, detalló.

Asimismo, Valdebenito aconsejó a quienes estén comenzando con su diagnósticos, que hay que tener mucho cuidado con la contaminación cruzada de los alimentos. “Si fríes una papas en el mismo aceite en el que previamente habían freído croquetas, por ejemplo, es fácil que éstas presenten restos de gluten, que finalmente te afecta igual”, finalizó.

Fuente: El Sur


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